Experiencia del Regreso a la Presencialidad,

Elaborado por: Bryan Steven Guzmán Luis

Docente Licenciatura en Educación Física, Recreación y Deportes CENDA

Marzo 2022.

Educar para comprender las matemáticas o cualquier disciplina es una cosa, educar para la comprensión humana es otra; ahí se encuentra justamente la misión espiritual de la educación: enseñar la comprensión entre las personas como condición y garantía de la solidaridad intelectual y moral de la humanidad.

Edgar Morín.

Con el regreso de los espacios académicos presenciales en la Corporación Universitaria CENDA, se respira vida en cada aula, zonas de interés, corredores, espacios comunes y oficinas de la institución. Genera alegría volver a ver a los estudiantes que por motivos de contingencia en la pandemia Covid-19, estuvimos tan alejados de nuestros espacios y con los cuales solo teníamos una relación desde una pantalla, un micrófono y los textos. En esta reseña, describiré cómo han sido algunos de los encuentros de las clases de praxis, que ventajas y desventajas tenía la educación remota y tiene la presencialidad hoy por hoy; comunicando así los sentires percibidos y los propios como docente de la institución.

En primer lugar, las restricciones en cuanto a la bioseguridad, son muy claras y los estudiantes han sabido cómo adaptarse a ellas, con el uso constante del tapabocas, manteniendo la distancia de 2 metros, el lavado constante de manos y el uso del gel antibacterial; sin olvidar las vacunas que toda la comunidad educativa ya ha recibido. A partir de esto, se generan ambientes educativos desde la participación activa del estudiantado, ya sean en los salones desde actividades como debates, exposiciones, foros, etc. Se ha visto gran interés por poner en diálogo y andamiaje los conocimientos desde los textos y las prácticas, ha aumentado la participación a comparación de cuando estábamos de manera remota. Ahora, la ventaja de estar en presencialidad y poder evidenciar sus movimientos, lúdicas, juegos y actividades motrices han favorecido la comprensión de conceptos, metodologías y objetivos dentro de cada espacio académico. Los encuentros cada vez son más emotivos, interesantes; suscitan en el estudiantado y en mi como docente, la búsqueda continua de elementos didácticos, disciplinares y pedagógicos que respondan a las distintas situaciones problémicas; pero también que incentiven al construir junto a los demás desde la colectividad y la cooperatividad que estaba siendo subestimadas mientras estuvimos en clases remotas.

En segundo lugar, las ventajas de la educación remota y de tener la información a la mano, era que los estudiantes podían consultar, averiguar, buscar y responder inquietudes de forma rápida y eficaz de casi cualquier tema. Aunque con los celulares lo siguen haciendo en clases presenciales. Las desventajas de estar remotamente, era que las relaciones interpersonales no se veían fortalecidas; los trabajos de expresión motriz y construcción grupal que generan acuerdos, alianzas y producción de conocimiento desde el movimiento se perdían.

Al regresar a clases presenciales, se evidencia el entusiasmo, alegría y demás sentires de los estudiantes por el hecho de volver a su escenario educativo y poder compartir junto a sus compañeros, aprender de ellos y construir el conocimiento de la manera que se está acostumbrado; volver a las aulas junto a los estudiantes, ver sus rostros y percibir sus emociones son elementos fundamentales para la educación. Estar en presencia del otro, crecer con el otro, aprender del otro y compartir la vida, las experiencias y el palpitar de lo que genera la academia.